20.8.08

Montreal




No sé si sea esperanzador o triste ver la avanzada sociedad canadiense. Un lugar, mezcla de tradiciones y vanguardia, en donde la tolerancia es cuestión del pasado. Ya no es solamente "tolerar" a los demás, como si para esto se necesitara aguantar las diferencias aunque no nos gusten, sino llegar a integrar estas diferencias y aprender de ellas. Por ejemplo, todos los domingos, organizan picnics electrónicos de día, algo así como un rave, pero del primer mundo. Allí, donde los adultos jóvenes (que es diferente que jóvenes adultos) cotorrean como si tuvieran quince, hay bebés, viejos, niños. Allí todos disfrutando del sol, el pasto y el dj, sin sentirse excluidos.




Otros datos: los grafitis, no son como los de México, desorganizados y en las fachadas de las casas, sino en lugares donde decoran maravillosamente la ciudad; Andar en bici no arriesga tu vida, sino promueve el ejercicio y disminuye la contaminación; comer orgánico no es una moda, sino un compromiso.




Así es como ellos, siempre ganan, en calidad de vida y en las olimpiadas, en educación y en ingreso económico. Aceptando lo mejor de la modernidad y rescatando día a día sus tradiciones. Comparto aqui, unos testimonios fotográficos.




2 comentarios:

San Jorge dijo...

Carajo, por qué no podemos ser así?
Y lo peor de todo es que no lo veo en el futuro de México.

Mafalda dijo...

Pues el otro día fui al zócalo y había un concierto de la Maldita Vecindad y habían personas con hijos..es decir, de nuestra edad o unos años arriba con niños...aunque claro, unos skatos les aventaron botellas a unos chicos que protestaban en contra de la desaparición de RBB. Pero coincido..aun nos falta mucho, aunque el DF hace sus pininos.